La guerra de mis abuelos

Priego de Córdoba. Foto: Wikipedia.

Mis abuelos vivieron la guerra en dos pueblos de la línea del frente de Córdoba. Era uno de los lugares más peligrosos en julio de 1936 porque la tierra se partió en dos y escoger entre un camino u otro era jugarse la vida. Eso fue lo que ocurrió en Zamoranos y El Cañuelo, dos aldeas de Priego de Córdoba que quedaron en zona sublevada sólo por unos metros.

Imagen recogida del excelente libro de Miguel Forcada: ‘Zamoranos, historia y vida’.

Desde pequeño he preguntado a mi familia sobre aquellos hechos y siempre he recibido respuestas muy breves porque nadie se había interesado. Interrogué muchas veces a mi abuela Nati, que me crio como una segunda madre en Palma, y me contaba dos cosas: que una bomba republicana rompió las ventanas de su casa y que sufrió mucho por su hermano Custodio, maestro de izquierdas al que estuvieron a punto de fusilar. Mi abuelo murió antes de que yo naciera y sólo sabemos que era falangista. “Nunca hablamos sobre ello”, confiesa mi padre. La vida en la posguerra era tan dura, hubo tanta miseria en aquella zona, que sobrevivir lo era todo y el pasado nada.

Mis abuelos por parte de madre tenían un bar en su casa de Zamoranos que se convirtió en el centro de reunión de la tropa nacional. Ellos votaban a la derecha pero no participaron en nada, se limitaron a salvar la vida porque sufrían ofensivas republicanas en la misma puerta del pueblo y muchas veces tuvieron que evacuar. “Toda la noche se oía shiii-pum”. Un hecho curioso es que la guerra les hizo “perder” a su primera hija. Resulta que justo antes del golpe militar se la llevó un hermano a un pueblo que quedaría en zona republicana y no pudieron recuperarla hasta el final de la guerra. Cuando volvió tenía ya 4 años y no reconocía a sus padres, así que la acabaron criando sus tíos.

Gracias a un reciente libro de Miguel Forcada, sabemos que en Zamoranos ocurrió lo mismo que en muchos pueblos de España, que los sublevados mataron al maestro y los republicanos al cura. El sacerdote, Alfonso Gallardo, estaba el 18 de julio en Puente Genil y allí fue herido en un tiroteo y rematado cuando lo trasladaban al hospital. El maestro, Pedro Pareja (hijo del maestro titular de Zamoranos), se presentó en Priego convencido de que le salvaría tener un hermano párroco. Lo metieron preso y fue asesinado en una saca con otros 17. Su fosa jamás se ha encontrado. La represión en la zona fue de las más altas de España.

El sacerdote Alfonso Gallardo y el maestro Pedro Pareja. Foto: Miguel Forcada, ‘Zamoranos, Historia y Vida’.

En mis visitas de verano al pueblo nunca oí hablar del tema. Mi recuerdo es un lugar feliz lleno de olivos y niños corriendo en la calle donde nadie es ajeno ni enemigo porque todos somos familia.

(Columna Tejiendo historia, publicada en el diario Ultima Hora (Mallorca) el viernes 12 de febrero de 2021. Sale cada 15 días en papel)

Acerca de manuelaguilerapovedano

Periodista e investigador de la Guerra Civil Española. Doctor en Historia con premio extraordinario y profesor de Periodismo en el CESAG. Autor de 'El oro de Mussolini', 'Un periodista en el desembarco de Bayo' y 'Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil Española'.
Esta entrada fue publicada en Historia, Opinión y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario